En el metabolismo uno de los aspectos más estudiados con respecto a la modulación de los mecanismos epigenéticos es la nutrición.
El interés creciente por entender la relación entre los nutrientes y la regulación epigenética está impulsado por los cambios en los hábitos de vida que se han dado con la evolución de las sociedades modernas en las últimas décadas, pues la creciente ingesta de alimentos procesados, junto con el aumento del sedentarismo, ha derivado en una epidemia de sobrepeso y obesidad que ya es observable en todo el mundo.
Así, para la comunidad científica se ha vuelto primordial descifrar cómo los compuestos dietéticos afectan nuestro epigenoma.
En este artículo se abordarán las bases de la disciplina conocida como epigenética nutricional y se relatará cómo ciertos metabolitos de la dieta son capaces de modificar de manera directa la función de las enzimas y los remodeladores epigenéticos.
Bases de la interacción epigenética
Las investigaciones recientes en el campo han revelado velado de manera muy precisa la existencia de mecanismos moleculares que construyen la relación entre el metabolismo de grasas y carbohidratos con la expresión de los genes; es decir, hay evidencia de que los metabolitos tienen una gran influencia en el paisaje epigenético.
Además, múltiples estudios clínicos y epidemiológicos indican que las alteraciones persistentes en el metabolismo resultan en cambios en la expresión de los genes que dan fenotipos de enfermedades metabólicas, como dislipidemias o diabetes.
De manera conjunta, la herencia transgeneracional de fenotipos metabólicos en mamíferos se ha reportado con amplitud.
Por ejemplo, se ha visto que cuando se alimenta a un ratón macho con una dieta deficiente en proteínas, sus crías manifiestan alteraciones en la homeostasis del colesterol, las cuales surgen de una expresión diferencial de genes que controlan la biosíntesis del colesterol.
Esta respuesta transcripcional está mediada por cambios en la metilación del ADN de los factores de transcripción que regulan dicho grupo de genes (Carone y cols., 2010).
La relación nutrición-metabolismo-regulación epigenética está muy bien caracterizada a nivel molecular, y sugiere que ciertas intervenciones nutricionales pueden alterar o modificar el paisaje epigenético y, con ello, las respuestas transcripcionales.
El metabolismo del ácido fólico modula la metilación del ADN y de las histonas.
En los seres humanos, la deficiencia de folatos causa anemia; pero si ocurre durante el desarrollo embrionario, se eleva el riesgo de problemas para el feto que incluyen defectos en el cierre del tubo neural, e incluso significan la pérdida del embarazo.
Por ello, desde la década de 1990, numerosos países han desarrollado políticas públicas que exigen, por ejemplo, el enriquecimiento de ciertos productos procesados, como cereales, con ácido fólico.
A lo largo del desarrollo embrionario, las transiciones epigenéticas de esta marca que se dan en los distintos tipos celulares son cruciales y altamente dinámicas.
La metilación del ADN en distintas etapas del desarrollo da forma a los programas de expresión génica que determinarán cada tipo celular.
En este escenario, se ha observado que las deficiencias nutricionales de intermediarios del metabolismo de 1 Carbono durante el periodo perinatal pueden alterar el epigenoma y resultar en cambios; por ejemplo, en la capacidad metabólica, que durante la vida adulta se pueden manifestar en una mayor susceptibilidad al desarrollo de la obesidad.
En situaciones de sobrenutrición persistentes, el balance epigenético se ve alterado y las respuestas transcripcionales no pueden contender con el reto nutricional, lo que origina un desbalance metabólico en el organismo.
Fíjate que tan increíble e la información que guardan nuestros genes que el paisaje epigenético de nuestras células puede reflejar cuánto comemos o cuánto ejercicio hacemos, es como una grabadora infinita.
La herencia transgeneracional de estados epigenéticos puede predisponer a la descendencia a desarrollar ciertas patologías.
Aunque se requieren más estudios para aplicar intervenciones nutricionales específicas que, por ejemplo, corrijan un paisaje epigenético alterado, es importante llevar un estilo de vida saludable para prevenir enfermedades y promover un envejecimiento saludable en conjunto con suplementación epigenetica por ejemplo nuestro activador LINQ.
Extracto de la Revista de la Academia Mexicana de ciencias | EPIGENÉTICA | octubre-diciembre de 2022 | Volumen 73 número 4 | Pag. 16 a la 19.